martes, 3 de agosto de 2010
Sonrisa distraída permanentemente y pensamientos de otra galaxia, transcendentales, eternos. Siempre caminaba al son de su propia música, como si un ente maligno con el privilegio de susurrar en su oído le tarareara una canción triste, tal vez aquella en la que un hombre rico y soltero se presenta y pide compasión. Da igual como haya pasado el tiempo sobre ella, siempre será esa chica en aquella foto a traición, con el sol en la espalda inundando su pelo de luz y la sensación de que el mundo estaba loco.
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1 comentario:
pues me gustaría ver esa foto ;)
saludos señorita escritora, espero este sonriendo
=)
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